- Por Agroinsumos Alfa SAS
ACCIDENTES LABORALES EN COLOMBIA 2017
Los accidentes en los puestos de trabajo y fuera de estos, pero ocurridos dentro de la jornada laboral, siguen marcando fuerte en el país.
El año pasado se presentaron cada día 1.800 de esos accidentes, y si bien la cifra es menor a la reportada en el 2016 en un 6,5 por ciento, el costo en el que incurrieron las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) para atenderlos se elevó un 12,1 por ciento real anual.
Sectores como las actividades inmobiliarias, industria de manufacturas, construcción y comercio continúan aportando las mayores cifras de accidentalidad laboral en el país (59,5 por ciento del total reportado el año pasado).
Pero de acuerdo con Luz Stella Rodríguez, gerente técnico-médica de Colmena Seguros, la inseguridad vial, relacionada con motos, cada vez está contribuyendo más a esos eventos. Explica que esto se debe no solo por la actividad de la mensajería de las empresas, sino por todo tipo de accidentes que se presentan cuando el trabajador de una compañía, por sus responsabilidades, debe visitar clientes o proveedores en otras empresas y se ven involucrados en accidentes de tránsito, los cuales, por ocurrir dentro de sus jornadas de trabajo, son considerados como laborales.
Los accidentes laborales totalizaron el año pasado 655.570 casos, la mitad de estos concentrados en solo dos regiones: Bogotá, con el 28,7 por ciento, y Antioquia, con 21 por ciento, según datos de la Federación de Aseguradores de Colombianos (Fasecolda). Las demás fueron por accidentes de distinta índole (cuatro sucesos).
Las mismas estadísticas muestran que los accidentes en sitios de trabajo producen más muertes que aquellas derivadas de las propias actividades que realizan las personas, es decir, de sus labores o profesiones, aunque son muy recurrentes las patologías osteomusculares.
En total, el año se presentó la muerte de 568 trabajadores, cuatro de estas catalogadas como enfermedades laborales.
Altos costos
Según Rodríguez, la siniestralidad de este ramo de los seguros (ARL) alcanza el 60 por ciento, un nivel que se mantiene sin mayores variaciones frente a años anteriores, pese a que el número de accidentes sí ha caído.
Eso significa que por cada 100 pesos que ingresaron a las ARL el año pasado por concepto de primas emitidas, por la vía de los siniestros salieron 60 pesos destinados a cubrir los costos de esa accidentalidad laboral, porcentaje que se ha mantenido y que las compañías buscan reducir a través de campañas de prevención.
Solo el año pasado, por ese concepto, las aseguradoras tuvieron que desembolsillar más de 1,3 billones de pesos, un 12,1 por ciento real por encima del dato reportado en el 2016, según cifras de la Superintendencia Financiera.
Las estadísticas del sistema también indican que el año pasado las ARL pagaron 9.347 indemnizaciones por accidentes de trabajo, 4.828 por enfermedad laboral, mientras que pensionó por invalidez a 528 empleados, de los cuales el 86,4 por ciento correspondió a solo accidentes sufridos en los lugares de trabajo.
Según la ejecutiva de Colmena Seguros, el país ha logrado crear conciencia frente a la necesidad fomentar y fortalecer las políticas de prevención empresarial de los riesgos, siendo su objetivo primordial la reducción de esas cifras.
“Los empresarios son juiciosos en materia de prevención de riesgos; el sistema ha tenido una evolución importante desde la promulgación de la Ley 100 y nosotros, como ARL, tenemos el compromiso de aportar a la reducción de la accidentalidad laboral y para ello diseñamos el programa ‘Formar’, a través del cual les impartimos a nuestras empresas afiliadas capacitación teórica y práctica en temas de prevención y gestión integral de riesgos laborales”, señaló. A la reducción de la accidentalidad laboral también ha contribuido la menor evasión (no pago) y elusión (menos pago de lo que corresponde) en este seguro obligatorio, sostienen expertos del sector.
Lo anterior como consecuencia de esa mayor conciencia adquirida por los empresarios frente a la responsabilidad de asegurar a sus empleados de cara a los riesgos que asumen en sus jornadas de trabajo.
Se estima que la sola muerte de un trabajador de salario mínimo no afiliado a riesgos laborales le puede costar a una empresa más de 1.000 millones de pesos, entre indemnizaciones a sus sobrevivientes y multas del Estado, sin contar con que esa evasión le puede acarrear la caducidad de su licencia comercial.
Mora en reclasificación
En cuanto a trabajadores con cobertura de este seguro obligatorio, a diciembre pasado había más de 10,2 millones, unos 195.000 más que en diciembre del 2016.
De estos, 643.423 eran independientes, cuyo número creció el año pasado 21 por ciento, frente a un muy leve crecimiento, cerca del uno por ciento, de los nuevos trabajadores dependientes afiliados las ARL.
La industria aseguradora y el sector empresarial siguen a la espera de que el Gobierno, a través del Ministerio del Trabajo, expida el decreto con el que se hace una nueva reclasificación de las actividades económicas por nivel de riesgo, el cual está listo hace más de un año.
Los aseguradores dicen que han buscado por todos los medios que el Gobierno actualice algunas normas en ese frente, redactadas dos décadas atrás, cuando las circunstancias laborales y de riesgos del país eran muy distintos, lo que impide avanzar en cobertura.
Enfermedades que causan más incapacidades
Las enfermedades que más desarrollas los trabajadores colombianos producto de las actividades que desarrollan a diario son patologías osteomusculares y, por ende, son las que más incapacidades generan.
Así, dicen los expertos, son frecuentes las incapacidades relacionadas con el síndrome del túnel carpiano, seguidas por afectaciones del síndrome del manguito rotador, bursitis de hombro, la epicondilitis lateral y media, esta última enfermedad ataca a las personas de entre los 40 y 50 años.
Es de una afección dolorosa de los tendones que se unen al hueso en la parte externa (lateral) del codo.
La mayoría de estas afectaciones se producen o por exceso de actividades o movimientos constantes inadecuados al realizar un trabajo con estos miembros del cuerpo.